viernes, junio 16, 2017

El gabinete de las maravillas de Mr. Wilson, de Lawrence Weschler


Creo que la primera pista sobre este libro (un ensayo sobre el Museo de Tecnología Jurásica de David Wilson, sito en Los Ángeles) la encontré en el volumen El nuevo Nuevo Periodismo, donde entrevistaban al periodista Lawrence Weschler y hacían un repaso por sus obras. Encontrar un ejemplar, como es habitual en libros publicados hace años y que no han tenido demasiada vida comercial, fue imposible: o estaba agotado o descatalogado o quedaban alguno en Iberlibro (al precio de unos 90 euros). Eso fue hace un año y pico y no perdí la esperanza de toparme alguna vez con este reportaje, lo que ocurrió finalmente hace unas semanas en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión: encontré un ejemplar al precio de 5 euros. Eso para que uno se fíe de las búsquedas en internet y de los precios de Iberlibro... Al final, para lectores y bibliófilos y buscadores de rarezas, lo mejor es indagar sobre el terreno, patearse ferias, librerías donde no han informatizado el catálogo y, sobre todo, rastros y mercadillos.

El gabinete de las maravillas de Mr. Wilson es, como su título, una pequeña maravilla de unas 160 páginas: un recorrido por ese insólito museo y por las historias contenidas en su interior. Lo mejor es que Weschler no sabe, en ocasiones, dónde empiezan y acaban los límites entre el muestrario real y el muestrario falso. Es decir, es evidente que no todo lo que se halla en estos museos de anomalías es verdadero, porque algunos embaucadores engañan al personal y se inventan historias sobre objetos recopilados en tierras remotas. Pero ésa es precisamente la gracia de esos museos y del libro de Weschler: que no sepamos con certeza dónde está la ficción y dónde la realidad. Las cosas más insólitas, a menudo, acaban siendo ciertas. Cuernos de humanos, microminiaturas talladas en huesos de fruta, muestras de hormigas hediondas a las que les ha crecido una púa en la cabeza tras ingerir cierta espora… Como dice el propio David Wilson, dueño del gabinete: La naturaleza es más increíble de lo que cualquiera pueda imaginar.


[Seix Barral. Traducción de R. M. Bassols]